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Ayuntamiento de Mollina

Historia

Los primeros pobladores de lo que hoy es el término municipal de Mollina se asentaron en la época neolítica en las cuevas existentes en la Sierra de la Camorra, a unos seis kilómetros de actual casco urbano, de ésta época se han encontrado importantes vestigios como cerámica neolítica y las pinturas rupestres encontradas en la Sierra de la Camorra.Yacimientos romanos

De la época romana se conserva un Mausoleo en el Cortijo de la Capuchina, un molino de Aceite de gran capacidad -que demuestra la importancia del olivo en esta zona ya en tiempos antiguos- y un fuerte Castillo del Capiruzón en Santillán, único en Andalucía de esas características. Asimismo cerca del pueblo se encontró el ara dedicada a Hércules que el Cabildo de Antequera colocó en el Arco de los Gigantes de dicha ciudad en 1585.

La actual población data del siglo XVI. El Cabildo de la ciudad de Antequera –aprovechando el fuerte aumento demográfico en ella- reparte en 1575 las tierras del Cortijo de la Ciudad, cuyo caserío reformado en el siglo XVIII aún puede verse en la plaza de la Constitución. Los esfuerzos de roturación y cultivo se traducen en que, en menos de 100 años, Mollina es la zona del término de Antequera con mayor cantidad de olivos. No es de extrañar que el lugar que ocupaba Mollina recibiera también el nombre de Pago de las Olivas. En 1687 se amplía la Iglesia Parroquial y cambia su denominación de San Cayetano por la de Nuestra Señora de la Oliva.

A principios del siglo XIX obtiene su independencia municipal de Antequera, con una situación económica bastante difícil. La independencia de este y la creación de Ayuntamiento propio es de 1.820. En esta centuria, Mollina se distingue por su participación en distintos movimientos asociativos obreros, destacando la sociedad secreta de Los Garibaldinos, enlazada con la promovida por el albéitar de Loja, Rafael Pérez del Álamo, en las provincias de Granada, Málaga y Córdoba, y que en Mollina contaba con 300 padres de familia afiliados – de un total de 500- Los sucesos conocidos como Revolución de Loja, de 1.861, tuvieron su prólogo en Mollina con una sonada en la que hubo varios muertos y heridos.

Yacimientos romanosPor último, la segunda mitad del siglo XX son los años de la emigración y la esperanza. De la emigración porque los 5.098 habitantes censados en 1.950 quedaron convertidos en 2.868 en 1975. La gran mayoría de obreros se quedaron sin trabajo con la llegada de las máquinas al campo y no tuvieron más salida que la emigración. De la esperanza, porque en los últimos años el pueblo ha realizado un esfuerzo tal que no sólo ha cambiado el aspecto físico, sino que ha sabido levantar fábricas con su esfuerzo cooperativo, organizar de la misma forma la distribución de alimentos y pasar de ser un pueblo olivarero –sin ningún tipo de tradición vinícola- a producir más del ochenta por ciento de los vinos de Denominación de Origen “Málaga” en apenas veinticinco años.

En la actualidad, y a raíz de la construcción de la Autovía A-92, Mollina queda perfectamente comunicada con el resto de Andalucía, lo que ha propiciado un crecimiento urbanístico y empresarial importante. Hoy, Mollina cuenta con tres polígonos industriales, de tamaño e importancia considerables, completamente terminados y en funcionamiento, así como otros dos en proyecto, uno, y otro en su última fase de construcción, e incluye entre sus industrias, aparte de las agroalimentarias y cooperativas, varias empresas textiles y de confección, de alimentación, de bebidas, carpinterías de madera y metálicas, industrias de papel, de plástico, de construcción… Mollina, con más de 600.000 metros cuadrados en sus 3 polígonos, es uno de los pueblos con más terreno industrial de la comarca de Antequera, aun a falta de terminar los otros 2 polígonos, en proyecto y contrucción.

Paralelamente a este desarrollo industrial se ha producido un fenómeno turístico con la llegada de residentes de países comunitarios.